sábado, 17 de enero de 2015

La revista Basic Income Studies publica dos artículos sobre la Renta Básica en España

Publicado el último volumen de Basic Income Studies

Esta semana pasada se ha publicado en Internet el volumen 9 de la revista internacional de referencia sobre Renta Básica de Ciudadanía, la Basic Income Studies. Este volumen, que reúne el contenido de los dos números correspondientes al año 2014 incluye dos artículos, de un total de nueve, sobre la Renta Básica en España. Quizá es un síntoma de la relevancia que España tiene actualmente en el debate sobre la Renta Básica a nivel internacional. 

Comentamos brevemente el contenido de estos dos artículos, y más abajo la posible utilidad para el debate sobre el diseño de una estrategia viable para garantizar una Renta Básica de Ciudadanía en España. 

Sobre la factibilidad económica de la Renta Basica


El primero de los dos artículos comentados trata de la factibilidad económcia de financiar un modelo de Renta Básica y sus autores son Jordi Arcarons, Daniel Raventos y Lluis Torrens, profesores de la Universidad de Barcelona y del a U Pompeu Fabra (Feasibility of Financing a Basic Income, de Jordi Arcarons, Daniel Raventos Pañella y Lluís Torrens Mèlich). A partir de la muestra de declarantes del IRPF de Cataluña y mediante un modelo de microsimulación demuestran que sería factible financiar una Renta Básica Universal con un modelo fiscal de tipo único del 49%. Con este modelo aproximadamente el 70% de la población saldría beneficiada y sólo habría un 30% de perdedores, normalmente los más ricos. Una versión de este modelo puede obtenerse en castellano en el repositorio de documentación de la Red Renta Básica. Recientemente estos mismos autores han replicado este trabajo para el conjunto de España (excluidos País Vasco y Navarra) obteniendo resultados similares. 

Como cualquier ejercicio de microsimulación, este trabajo tiene la virtud de aproximarnos al volumen real de redistribución que puede implicar un modelo de Renta Básica Universal. Este tipo de ejercicio demuestra con claridad que en este momento existe suficiente dinero en la economía para garantizar una renta básica a todos los ciudadanos, incluso sin tener en cuenta el dinero que se mueve en la economía sumergida. Por otra parte hablar de un tipo impositivo único del 49% cuando el tipo máximo del IRPF en 2015 va a ser del 47% da una idea de la cantidad de recaudación que puede ser necesaria y de la dificultad política para explicar y aplicar en la práctica un modelo de este tipo. Estos resultados son en cualquier caso consistentes con hallados por otros autores que han utilizado técnicas de microsimulación aunque hayan utilizado muestras menores o datos de ingresos declarados en encuestas. Podemos concluir, por tanto, que "hay suficiente dinero en la economía", pero "este modelo no hay político capaz de promoverlo sin morir en el intento". A esta conclusión ya habían llegado Luis Sanzo y Rafael Pinilla en 2004. Por ello plantearon al cuestión de ¿Cómo podemos alcanzar los objetivos deseados de garantizar una renta de forma universal con un coste fiscal reducido y una estrategia de explicación y presentación del modelo que la sociedad comprenda y pueda aceptar? Y este es el propósito de este blog, seguir trabajando para encontrar la mejor respuesta a esta pregunta. 

Sobre coste de una renta que satisfaga las necesidades básicas


El segundo artículo tiene un enfoque diferente y ha sido publicado por profesores de la Universidad del País Vasco (A First Approach to the Cost of a Basic Social Benefit, de Noemi Peña-Miguel, J Iñaki De LaPeña Esteban y Ana Fernandez-Sainz). Se preguntan qué cantidad de renta es necesaria para satisfacer las necesidades básicas, para ello utilizan los datos de las encuestas de presupuestos familiares que no ofrecen datos de ingresos sino del gasto de los hogares. A partir de los datos de gasto hacen una estimación mediante un modelo econométrico que tiene en cuenta el gasto en productos básicos de los hogares y otras variables como tamaño del hogar, edad o tamaño de la población. Una versión de este trabajo puede encontrarse en castellano en la web de EuscomediaEn este caso los niveles de renta personal a garantizar son crecientes con la edad empezando por unos 4.000€ anuales, pero alcanzando los 12.000€ para personas en el entorno de los 65-70 años. Puesto que los niveles de renta a garantizar son en promedio muy elevados, de la multiplicación de estas cifras por el conjunto de la población salen cifras también muy elevadas del orden de 170.000 millones de € en el año 2010.

Un aspecto interesante de este trabajo es plantear la cuestión de la necesidad de establecer una metodología para definir el nivel de renta que se considera suficiente para cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, el método utilizado, aunque aparentemente elegante desde el punto de vista técnico, obtiene resultados contraintuitivos, que contradicen la experiencia vital de las personas sobre la necesidad. Además, en el artículo no se comparan estos resultados con los que se obtienen en otros métodos como el de estimación de los umbrales de riesgo de pobreza (utilizado por EUROSTAT) o el interesante método vasco de estimación de los umbrales de pobreza que sin duda los autores conocen ya que citan profusamente a su autor (Luis Sanzo) en su artículo. Luis Sanzo ha venido utilizando en sus encuestas preguntas para estimar el nivel de renta que los ciudadanos consideran realmente necesario para vivir y lo que viene hallando de forma consistente desde hace 30 años es que los jóvenes tienen un nivel de percepción de la necesidad superior al de los mayores aunque su gasto efectivo puede ser inferior. 

¿De qué nos sirven realmente estos trabajos?


Estos dos trabajos, como mucho de lo que se publica en las revistas académicas, tienen en común la utilización de la técnica para responder a algún tipo de pregunta sencilla. Este tipo de enfoque es muy útil en general en ciencias naturales, donde es posible aislar preguntas simples relevantes y encontrar respuestas precisas valiosas. Cuando tratamos de ciencias sociales las técnicas estadísticas y econométricas pueden ser también muy útiles, pero es necesario ponerlos en la perspectiva y el contexto complejo de las realidades sociales. En el caso de una idea sencilla, pero de gran alcance político como la Renta Basica de Ciudadanía, decíamos en nuestra propuesta inicial que consideramos clave el concepto de ciudadanía.  La Renta Básica de Ciudadanía es un concepto "político" en el sentido de que sólo podemos entenderlo en relación con la comunidad política que lo sustenta, definida por un territorio, un sistema normativo y un poder político con capacidad de garantizar derechos y de exigir deberes. 

Puesto que estamos hablando de comunidades políticas españolas hemos de tener como premisa la necesidad de establecer un diálogo, debate o como se le quiera llamar con la percepción política que los ciudadanos tienen. Su percepción de la renta que es necesaria para vivir, de los impuestos que es razonable exigir y por tanto del contenido que la comunidad política está dispuesta a reconocer dentro del concepto de "garantía de rentas". Los cálculos de estos artículos tienen utilidad cuando los ponemos en el contexto actual. Nos sirven para tener una idea de las cantidades que estamos manejando y hacernos una idea de lo que no es posible o sí lo es, incluso pueden ayudar a clarificar qué conjunto de derechos y deberes tiene sentido social para conseguir un modelo de garantía de rentas eficaz y sostenible en el tiempo. Creo que nos ayudan a centrar el debate que queremos promover, orientado a sentar bases comunes y generalmente aceptadas para una estrategia que conduzca a la garantía de la renta básica. 

Por ejemplo, pensando en este tipo de trabajos, el profesor José Antonio Noguera opina que introducir hoy día en España el objetivo de la Renta Básica en un programa político sería suicida. Yo no soy de esa opinión, pero entiendo lo que quiere decir. Yo sostengo que es importante incluir el concepto de la Renta Básica como un objetivo ideal que ilumina el camino, aunque comparto con él la idea de que sería suicida incluir en un programa político, que en España es teóricamente un plan a 4 años, el compromiso de establecer una Renta Básica Universal individual y no condicionada al nivel de renta ni al deseo de encontrar empleo, que más o menos es lo que incluía el famoso programa de Podemos a las Elecciones Europeas de 2014. 

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