miércoles, 18 de febrero de 2015

Primeras impresiones sobre el programa económico de Ciudadanos

Luis Garicano presenta el programa económico de Ciudadanos


Tal como se había anunciado Luis Garicano adelantó ayer las lineas generales del programa económico de Ciudadanos en compañía del también economista Manuel Conthe y del presidente de ciudadanos Albert Ribera. Por lo que respecta a la temática de este blog las preguntas clave son:

1. ¿Contempla el problema de la pobreza la desigualdad y el desempleo como una de las prioridades de la política económica?

2. ¿Propone políticas de garantía de rentas que pueden ser eficaces y además política y económicamente viables?

Sobre la prioridad asignada


Esta es la cita textual de su programa: "Primer Objetivo. Priorizaremos la lucha contra la desigualdad, la pobreza y la exclusión y aseguraremos que todos los ciudadanos reciben un salario digno por un trabajo digno". 

Decíamos ayer al hablar sobre propuestas electorales que lo mínimo que se podía exigir a un partido político en el contexto de España en 2015 es que fuese claro estableciendo la pobreza, la desigualdad y el desempleo como una de las prioridades fundamentales. Ciudadanos no deja lugar a dudas en este sentido y se alinea con el sentir de la mayoría de la población. También comentábamos que la forma de comprometer el grado de prioridad es establecer un compromiso presupuestario y esto no aparece por el momento. Sí que aparecen algunas políticas específicas que sin ser novedades en el terreno internacional sí lo serían de aplicarse en España. Pasaremos a comentarlas en el siguiente apartado. 

En cualquier caso, es evidente que el programa económico que se ha presentado está ofreciendo medidas para poner en práctica a escala de todo el Estado. Quizá porque Ciudadanos no se ve a tiempo de competir por el Gobierno de una CCAA y sí como una fuerza que podría ser decisiva en la conformación del próximo Gobierno de España. 

Políticas de Garantía de Rentas que propone Ciudadanos


Resulta llamativo que Ciudadanos habla en su objetivo de pobreza, desigualdad y exclusión, pero a la hora de establecer políticas de renta las medidas que propone consisten básicamente en mejoras para los trabajadores pobres y para favorecer que los desempleados logren empleo. Se habla de los países del norte de Europa como referentes, en concreto de Dinamarca. Pero no se hace ninguna mención a que Dinamarca posee el sistema de protección social universalista más sólido de Europa que incluye sistemas de garantías de rentas que cubren prácticamente a la totalidad de la población, tanto si trabajan como si no. En cualquier caso, Ciudadanos tiene el gran mérito de hablar con claridad a favor de introducir algunas medidas que sin duda mejorarían las condiciones de vida de muchas personas y ayudarían también a impulsar la economía. Ninguno de los partidos tradicionales en España ha hecho esto hasta ahora, ni desde el Gobierno ni desde la oposición. Vamos a resaltar algunas de las propuestas que me parecen más significativas: 

1. Proponen simplificar el sistema de contratación laboral introduciendo un tipo de contrato único llamado a ir sustituyendo todos los demás. Se eliminaría la contratación temporal sustituyéndola por el nuevo contrato indefinido que tendría una indemnización por despido pequeña, pero creciente con la antigüedad. Adicionalmente plantean un seguro de despido que los trabajadores podrían utilizar como un capital para reciclarse o en el momento de la jubilación. Expresado de este modo genérico suena bien, aunque en la práctica los efectos dependerían mucho de los detalles. 

2. Introducir un Complemento Salarial Anual Garantizado. Se trata de complementar los salarios bajos (parece ser que también los ingresos de los autónomos) por medio de una bonificación al empleo en el IRPF que funcionaría como un impuesto negativo sobre la renta. Más específicamente hablan de un tramo de complemento creciente, un tramo fijo y un tramo de salida. Hacen referencia a los modelos Americano (Earned Income Tax Credit) y británico, que con cuantías más reducidas se han ido extendiendo por otros países europeos. En este Blog hemos hablado de la necesidad de contar con un sistema de este tipo como uno de los elementos fundamentales de un sistema de garantía de rentas. Los efectos en la práctica dependerán mucho del entorno, como luego comentaremos. 

3. Un programa contra el paro de larga duración. Se trata de promover la formación profesional en los parados de larga duración "poniendo dinero en manos de los trabajadores" para que ellos elijan la formación. No especifican si van a proporcionar algún tipo de rentas mínima para estos trabajadores que por su condición habrán terminado el derecho a la prestación de desempleo. Sí hablan de bonificar a las empresas que los contraten y de establecer un servicio de orientación individualizado que tal como se describe parece seguir el modelo de Dinamarca. Lo que no parece que se haya tenido en cuenta es la cantidad de parados de larga duración que tenemos aquí, las dificultades de reciclaje de estos trabajadores ni el coste de un servicio de orientación profesional de estilo danés. 

4. Asegurar una segunda oportunidad a todos los españoles. Esto es una buena idea. Se trata de facilitar la cancelación de las deudas personales promoviendo una valoración más justa de los bienes embargables y conceder a los ciudadanos de buena fe la posibilidad de llegar a un acuerdo con los acreedores que les libere de sus deudas o al menos parte de ellas. La propuesta la formulan de forma muy prudente, quizá para no irritar a quienes se encuentran en posición acreedora. La idea es buena, pero un exceso de prudencia podría esterilizar sus efectos en la práctica. 

5. Luchar por una política Europea Activa de lucha contra el desempleo. Esta propuesta viene a reconocer las importantes limitaciones de política económica en que se encuentra un país como España, cautivo dentro de la zona Euro. Pero lo que proponen, que la Europa del Norte contribuya financiando las políticas activas de empleo, a cambio de que España realice "reformas estructurales necesarias" no es algo que vaya a depender del Gobierno de España salvo que se estuviese dispuesto a lanzar y mantener un órdago a Alemania y el BCE al estilo de lo que está haciendo Grecia. 

Comentarios


En primer lugar, felicidades a Ciudadanos por lanzar un programa económico "sensato". Han elegido un buen adjetivo calificativo. Tanto las líneas generales como las medidas específicas de mejora de la situación de los trabajadores pobres son medidas probadas en Europa y EEUU con cierta capacidad de corrección de algunos de los problemas más graves de la distribución de la renta en España. Nada que no hubieran podido poner en práctica los partidos que vienen gobernando España en los últimos 30 años y no cabe duda de que si lo hubieran hecho España estaría mejor y hubiéramos soportado mejor la crisis. Al parecer es necesario que lleguen nuevas fuerzas políticas para que se pongan sobre la mesa propuestas de sentido común que están plenamente homologadas en Europa. Lo que alguien deberá explicar es por qué no se hicieron este tipo de reformas hace 15 o 10 años. 

La propuesta de simplificación de la contratación laboral tiene mucho sentido, aunque las resistencias al cambio pueden ser enormes. A nuestro modo de ver las ventajas de este tipo de reforma para las empresas y los desempleados están claras, pero no así para los trabajadores con empleo. En la propuesta se cuidan por ello de hablar de este contrato como algo a aplicar a las "nuevas contrataciones". 

Quizá la reforma con mayor interés es la de la introducción del complemento salarial como medio de bonificación al empleo. Nos parece que este es un elemento esencial de una política de garantía de rentas, porque es importante para conservar el sistema de incentivos que "el empleo pague". Pero no es correcto presentar esta medida como una "alternativa a la renta garantizada" sino como un complemento. Es verdad que ofrecer una "renta mínima garantizada" condicionada a no tener trabajo ni rentas (tipo renta mínima de inserción) puede desincentivar el trabajo remunerado. Es por ello que es necesario introducir un sistema de bonificación al empleo junto con la renta mínima garantizada para que el hecho de trabajar suponga siempre una mejora significativa de renta. Pero plantearlo como alternativa y demonizar la renta mínima garantizada significa que el único modo de acceder a rentas pasaría necesariamente por conseguir un empleo. El complemento de salarios que se cobra a través de la empresa se convertiría entonces más en una subvención para las empresas a las que el Estado pagaría parte del salario de los trabajadores, sin que los trabajadores tuvieran una mejora de su renta ni una garantía de renta alternativa que les permitiese negociar. De hecho, esto es lo que sucede en EEUU donde el EITC no ha servido para erradicar el problema de los trabajadores pobres a pesar de que hay estados en los que el 50% de la remuneración del trabajador puede ser la subvención estatal. Para que el complemento salarial garantizado mejore el nivel de renta de los trabajadores pobres es necesario acompañarlo de un derecho a una renta mínima garantizada que permita a los trabajadores sobrevivir sin empleo y negociar desde esa posición un complemento salarial justo por su trabajo. Con todo, entendemos que la introducción de un modelo tipo EITC supondría una mejora con respecto a la situación actual y ayudaría a dinamizar la actividad productiva y el crecimiento económico. 

En cuanto a la propuesta de formación para parados de larga duración. Debería acompañarse también de la garantía de una renta mínima y para que fuese efectiva en la incorporación de personas al empleo la formación debería proponerse como un derecho de los parados que quieren trabajar, no como una obligación que la sociedad impone a las personas para mantenerlas ocupadas con la ficción de que los están formando para el empleo. Porque no nos engañemos, una persona de más de 50 años que lleva 2 o más años en paro, que trabajaba en la construcción, que ha perdido la motivación y sus esquemas de relación social es difícil que compita en el mercado de trabajo actual con jóvenes de 25 o 30 años incluso aunque tuviera alguna oportunidad de volver a entrar en el sector de la construcción. Esta propuesta parece alejada del conocimiento de la dura realidad española. 

Como comentario final, me gustaría felicitar a Ciudadanos porque ha presentado un programa claro, que responde a los problemas que tiene el país y que ofrece soluciones valientes. En mi opinión establece un buen nivel de partida para el debate y esto es muy bueno. En los meses que faltan para las elecciones habrá ocasión de contrastar estas y otras propuestas con la opinión de expertos y ciudadanos lo que sin duda ayudará a la hora de implementar cambios reales, gobierne quien gobierne. Quizá lo que más me ha gustado es la declaración inicial en la que afirman que estas propuestas no son un punto final sino un punto de partida y que "Nos comprometemos a instaurar un riguroso programa de evaluación continua de todas las políticas, de forma que aquellas que no funcionen como deseamos sean rediseñadas o eliminadas". ¿Será posible que veamos algo así en España, el país donde la inmensa mayoría de políticos y periodistas continúan negándose sistemáticamente a aceptar la evidencia?

Rafael Pinilla

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